Si no estás al tanto de lo que es un metrónomo te detallo una breve explicación: Este es un pequeño dispositivo, ahora también existen apps para móvil, el cual emite un sonido, movimiento y/o luz de manera constante, a un pulso definido.
Esta es la velocidad que define el ritmo de una canción y la idea es que se mantenga inalterable durante toda la pieza musical. Nos ayuda a llevar los tiempos musicales a la perfección.
Las velocidades del metrónomo musical se miden con una variable llamada BPM (Beats per Minute o golpes por minuto).
Para poner un ejemplo gráfico: El segundero de un reloj es un metrónomo, con el único inconveniente de que este tiene una sola velocidad (60BPM).
Los metrónomos reales tienen variedad de velocidades: desde 40BPM hasta 280BPM por lo general. En la lectura de la música cada uno de esos beats o golpes significan un tiempo, lo que se traduce como la nota musical llamada “negra”.
Aquí aprovecho para brindarte una recomendación: Cuando practique, siempre inicie con un tempo de música muy bajo, luego, cuando lo tenga dominado, el ejercicio lo sube un poco más y así en sucesivo hasta alcanzar la velocidad real, después la sobrepasa un poco, para regresar luego a la deseada.
Esto es para que el cerebro se vaya adaptando mejor y la precisión sea mayor.
Un ejemplo de cómo se hace: Quieres tocar un estilo rítmico que es a una velocidad de 110BPM. Comienza a practicarlo a un compás lento, digamos 60BPM, luego cuando ya lo domines lo pasa a 70, luego a 80, 90, 100 y a 110. En este punto ya lo tienes dominado. Luego sube la velocidad, no mucho, un poquito; 115, luego 120Beats Por Minuto. Con esto vas a sentirte más cómodo y los golpes van a ser más consistentes.